lunes, 10 de agosto de 2009

DIARIO DE KITOU AYA XII

Capítulo 4, " Ya ni siquiera puedo cantar..." IV

Haciéndome algunas preguntas

Las vacaciones de verano terminarán pronto. La única cosa que he completado con éxito durante las vacaciones fue cuidar de los periquitos. Se quedan en mis manos u hombros y esperan mientras su jaula es limpiada. Les doy algo de agua y comida. Luego los meto dentro por la puertecita de la jaula de uno en uno. Son muy monos. A veces me picotean, pero no duele. Estoy segura de que dicen " Gracias" y yo digo " De nada. Estoy contenta si estáis contentos." Todo eso me lleva una hora mientras les hablo. Me lleno de sudor haciéndolo porque tengo que cerrar todas las ventanas para que no se escapen...

Autoreflexión
"Aya, ¿por qué no estudias más?"
-" No lo sé."
"¿No te sientes mal por tus padres que trabajan tanto?"
- "Sí, lo hago. Pero no puedo estudiar."
" ¡ Eres una mimada, sabes! Mira el mundo. Hay mucha gente esforzándose mucho por sí mismos. Además, hace un año, eras..."
- "¡ No digas nada más! Desde que Motoko-sensei me dijo que la vida no era solo estudiar, comencé a perderme."


Así que, al final, tuve que encarar el final de las vacaciones de verano sin haber hecho nada. ¡ Me asusta empezar el nuevo trimestre!

Soy la que está más al tanto de los cambios ( a peor) de mi condición. De todas maneras, no sé si han empeorado solo temporalmente o si estoy empeorando gradualmente.

Le expliqué los cambios a la Dra Yamamoto:
El movimiento de las articulaciones de mis caderas es malo. Todavía se mueven hacia delante y hacia atrás hasta cierto punto, pero apenas se mueven hacia la derecha o la izquierda. ( No puedo mover las piernas como un cangrejo). Y como mi tendón de Aquiles está duro, interfiere con mis esfuerzos de mover las piernas hacia adelante.
Se me está volviendo difícil pronunciar las columnas ba y ma del silabario kana. La Dra Yamamoto me animó diciendo que estas cosas mejorarían, dependiendo de cuánto practique. Añadió que me daría unas tablas blancas para ayudar a suavizar mis tendones.

Quise preguntar la verdad sobre mi enfermedad, pero me da miedo saberla. No me hace falta saberla. Estaré bien mientras pueda vivir tan bien como hasta ahora.

" Aya," dijo mamá de un modo enérgico mientras íbamos a casa en coche, "te cambiaste a Okayo porque no podías continuar tu vida en el Instituto Higashi. Incluso allí eres un caso serio. Puede que sientas que tampoco eres aceptada en Okayo, y puede que empieces a encoger gradualmente por el miedo. Pero no te preocupes. Recibiste el regalo de la vida. Y siempre tendrás un lugar donde vivir. Si tienes que pasar tu vida en casa, reformaremos tu habitación para ti para que sea preciosa y cálida y brillante con mucho sol."

Creo que mamá quería animarme porque se me veía muy miserable.
" No es eso mamá, solo estoy pensando en cómo debería vivir hoy. No busco un lugar fácil para vivir."
Eso era lo que en mi corazón gritaba.

Fui al servicio a limpiarme la cara por llorar y me miré al espejo.
"¡Qué cara tan inánime tengo!"
Recuerdo haberle dicho a mi hermana de alguna manera elegante que podía encontrar algo de encanto en mi cara aunque estuviera fea. Pero no pude decir lo mismo con la cara que tengo ahora. Las pocas expresiones faciales que me quedan incluyendo, llorar, sonreír, la expresión de seriedad y la malhumorada. No puedo conservar una expresión vívida y brillante ni por una hora.

Ya ni siquiera puedo cantar. Los músculos de alrededor de mi boca tienen un tipo de tic. Y a causa de la disminución de fuerza en mis músculos abdominales, solo puedo susurrar como un mosquito.

He estado hablando usando las tablas blancas todos los días desde hace una semana. Mi tempo de habla se ha acelerado un poco y se ha vuelto más fácil tragar comida. La tensión en mi pierna derecha se ha aliviado ligeramente . De todas maneras, todavía tengo dificultad para mover las piernas adelante y aún duelen.

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